Una experiencia inolvidable: » The wine and country club» en Ronda.

Ronda, con excepcionales condiciones geográficas y climáticas, fue un verdadero catalizador de civilizaciones: celtas, tartesios, fenicios, griegos, cartagineses y, en especial, romanos y árabes, dejaron aquí su impronta cultural.
Sus exóticas construcciones, el laberinto de sus calles, su puente vertiginoso, la majestuosa plaza de toros barroca, restos romanos y medievales: son vestigios históricos de una herencia patrimonial irrepetible.
La asombrosa Ronda, altiva y bella, también es hoy, en el siglo XXI, un acogedor centro comercial y de servicios.
Calidad, variedad y excelencia son los adjetivos que definen la gastronomía y la enología rondeña
El ecosistema de Ronda, con sus encinares, olivares y viñedos, sus bosques y las huertas, aporta una despensa de productos mundialmente valorados.
El vino es el producto estrella, y con él, el aceite, las exquisitas variedades de legumbres y hortalizas, los ibéricos (el jamón de bellota y castaña), las carnes y caza, los quesos, los frutos del bosque… Ingredientes unidos a una rica herencia culinaria y a la destreza de los maestros de hoy, que dan lugar a una cocina extraordinaria, que se recrea y mima cada plato.
En Ronda se suma una larga tradición en el cultivo, unas excepcionales variedades autóctonas, y un paisaje inmejorable para la implantación de crianzas innovadoras y elaboraciones ecológicas.
Los vinos de Ronda: un extraordinario maridaje entre tradición e innovación.
El clima, la geología y el buen hacer de nuevas generaciones de enólogos añaden las cualidades necesarias para obsequiarnos con unos vinos que captan la atención internacional.
Verdaderas experiencias sensoriales.